Varias razones pueden explicar que una mujer víctima de violencia doméstica permanezca en la relación a pesar de la toxicidad y el peligro de esta:
- la negación de la violencia y la esperanza de que el cónyuge cambie
- miedo a que no se le crea o a sufrir represalias
- la vergüenza de romper la familia y el juicio de la sociedad
- miedo a perder sus redes sociales
- la falta de recursos financieros
- las consecuencias psicológicas de la violencia
- el desconocer organismos de ayuda…
Por lo tanto, es importante respetar el ritmo de cada una.
Para saber qué hacer como ser querido y ayudar de manera adecuada a una mujer víctima de violencia doméstica, estos son algunos elementos que debe saber:
Seguridad: lo primero que debe hacer es asegurarse de que la mujer y sus hijos(as) estén seguros, al igual que usted. En caso de duda, solicite la ayuda de un profesional, llame al 911 y/o informe a la DPJ.
A su ritmo: como ser querido, es importante escuchar a la víctima y no obligarla a realizar cambios para los que no está preparada. Nombre sus miedos con transparencia, denuncie los comportamientos violentos que vea, pero no la apresure.
Aislamiento: para aumentar su control, es común que el cónyuge violento intente aislar a su víctima. Trate de estar lo más presente posible y ofrézcale escucha y apoyo, siempre respetando sus límites y su seguridad.
Asistencia: ofrézcale la información de contacto de una casa de acogida o de la línea SOS violencia doméstica (1-800-363-9010). Estas llamadas pueden permanecer en el anonimato y proporcionar escucha y asesoramiento, tanto para usted como para la víctima.